sábado, 24 de octubre de 2015

WHATS APP


EL WHATSAPP ES LA MEJOR APLICACION DEL MUNDO




Es una forma práctica, inmediata, eficaz y muy útil de estar informados en todo momento sobre todo lo que acontece en la vida escolar de los hijos más pequeños. Los grupos de padres en WhatsApp proliferan y se forman especialmente en el ámbito escolar: los padres cuyos hijos van juntos a la misma clase, los que comparten extraescolares, los que forman parte del equipo de fútbol del cole... Así no se pasa nada, se conoce y se comparte toda la información: desde las fechas de exámenes, el menú del comedor, el material que llevar a clase, los eventos especiales, deberes diarios... hasta las pifias, travesuras y chascarrillos de los pequeños en su día a día en la escuela. «Se trata de un foro de consulta e incluso de un espacio donde tomar decisiones conjuntas», como explica Jesús Jarque, pedagogo y orientador en un colegio público de Infantil y Primaria en Ciudad Real (es director, además, de la web  FAMILIA Y COLE.
Estos grupos se suelen formar cuando los niños empiezan el colegio, a los tres años, y perduran durante la etapa de Infantil y Primaria, pero pierden su identidad en la ESO. Cuentan con el beneplácito de los profesores, dice Jarque. Los docentes lo ven con buenos ojos, «es una manera eficaz de que la información llegue a todos los padres y ninguna familia quede descolgada», indica el pedagogo.

Cuando se convierten en fuente de cotilleos

Pero esta práctica también entraña riesgos. «El problema surge cuando además de compartir información, los grupos de WhatsApp comienzan a ser un foro de opinión, protesta o rumorología, crítica, enfado y hasta de insultos, en lo que se refiere a los profesores o al colegio y la opinión de una o dos familias pasa a ser considerada la opinión de toda la clase o de todo el colegio», afirma el orientador.
En estos grupos los ánimos se pueden acalorar y llegar a desvirtuar la realidad, es cuando los cotilleos y los chismes son protagonistas de los mensajes. «La expresión "el grupo de WhatsApp está que arde" que a veces llega a los profesores es señal de alarma de que algo está sucediendo», advierte Jarque. El verdadero peligro, según este pedagogo, es «agrandar los problemas, porque lo único que genera es un malestar creciente, que al ser desconocido por el colegio y los implicados, no se puede abordar, desmentir o contra argumentar».

Últimamente están apareciendo numerosas noticias que nos alertan sobre el mal uso que se está dando a los famosos “grupos de Whastapp de las madres y los padres de clase”.


Considero que este es un problema que la tecnología está amplificando pero en esencia estamos hablando de algo que viene de lejos y es necesario abordar: hay una brecha entre familia y escuela que motiva que las diferencias entre ambas instituciones no se aborden en los espacios y tiempo que corresponden y esto tiene unas consecuencias.

Hemos pasado de los corrillos a las puertas del cole a los corrillos en los grupos de Whatsapp con todo lo que esto supone. Seguimos haciendo un uso de un “doble lenguaje”: delante del profesor digo una cosa pero luego en el Whastapp

5 malos usos que damos al Whatsapp del grupo de padres del colegio.

Whatsapp es una herramienta fantástica que nos permite estar en contacto con las madres y los padres de los niños de la clase de nuestros hijos, algo que es una ventaja y de mucha utilidad para intercambiar información sobre reuniones, cumpleaños, trabajos en grupo, noticias del cole, etc. pero de este uso hemos pasado a otros que están generando problemas. Veamos los más destacados:

1. Agendas.

  Hemos pasado a querer “controlar” absolutamente todo: tareas, deberes, respuestas de ejercicios, etc. Tal es así que son habituales los mensajes: “Mi hijo no tiene la agenda y no sabe qué ejercicios hay que hacer”. De hecho ya hay algún centro educativo que ha tenido que elaborar una circular en la que se apela a la responsabilidad de todos los padres en el uso de esta sistema de mensajería destacando que esto ayudará a sus hijos “aprender a ser más responsables y escuchar al profesor… en definitiva, a ser autónomos y a solucionar los problemas ellos mismos”.

  No debemos anticiparnos a todo y como padres hemos de trabajar para favorecer la autonomía de nuestros hijos. Les servirá de mucha ayuda para la vida: eduquemos en la responsabilidad para que aprendan a asumir sus propias responsabilidades, que no quede solo en la teoría.


2. Críticas.

  Nos encontramos también con casos más preocupantes de madres y padres que se dedican a realizar una crítica (generalmente destructiva) sobre la labor del profesor: “pone excesivos deberes”, “no me gusta cómo trabaja con los niños”, “les pone pocas tareas para vacaciones con el tiempo que tienen”, etc. Lo que sea con tal de cuestionar la labor del docente. Pero no siempre es culpa de los padres proceder de este modo sino que se favorece desde algunos centros ya que los mismos mantienen sus puertas cerradas a todo lo que venga del exterior y las familias se encuentran con que no saben lo que ocurre allí ni se les deja participar. Es momento de derribar los muros y empezar a trabajar y educar e equipo.

   Pero estas críticas vertidas en el grupo no solo van dirigidas a los profesores sino también hacia otros padres y madres produciéndose enfrentamientos también entre ellos. Peor que los niños…


3. Sembrar dudas. 

   También existen madres y padres que se dedican a difundir rumores sobre el profesor creando confusión y malos entendidos: “a mí me han dicho…”, “me han contado que…”, “he oído que…”. Estos rumores se alimentan de la credibilidad que le da el resto del grupo. Hay quien busca ser escuchado y se inventa cualquier cosa para conseguirlo, no tiene vida propia y por eso vive de la historia de los demás.


4. Solucionar problemas. 

    Nos encontramos con padres y madres que pretenden solucionar sus problemas y diferencias con el profesor en el grupo: “a mi hijo no le hace caso”, “a mi hijo no le atiende”, etc. Esto crea mayor confusión e intoxica el ambiente del grupo. Si realmente considera que esto es así lo que debe hacer es ir directamente a hablarlo con el profesor en el centro.


5. Subgrupos o grupos alternativos.

    Algo que está ocurriendo es la creación de varios subgrupos o grupos alternativos dentro del mismo grupo en función de las afinidades o distanciamientos entre algunos padres miembros del grupo. Esto les permite compartir algunas cosas sin que el resto se enteren.




Como puedes comprobar, el problema no está en la herramienta sino en el mal uso que estamos dando a la misma y ahí es donde debemos empezar a trabajar desde ya mismo con las familias.

¿Cómo no queremos encontrarnos después con problemas y líos de Whatsapp con los alumnos si son un reflejo de lo que hacen sus mayores?




Nos quejamos del mal uso que hacen nuestros hijos del whatsapp: que si cotillean, si juzgan e inventan cosas, si critican… pero, ¿cómo lo utilizamos nosotros? Reflexiona con estos 7 puntos sobre cómo lo hacemos. ¡Siempre estás a tiempo de cambiar!

7 consejos para su buen uso

  1. Finalidad: Intenta solo utilizar el grupo de Whatsapp de la clase para intercambiar información útil sobre tu hijo y el grupo-clase. Si no tienes nada positivo, útil e interesante que aportar mejor no escribas nada.
  2. Cometido: No te conviertas en la agenda de tu hijo: deja que aprenda a asumir sus propias responsabilidades. El cometido de este grupo es intercambiar información no organizar el tiempo libre de tu hijo.
  3. Rehuye ciertos comentarios. Este grupo no es para criticar al profesorado, ni el lugar para cuestionar su labor.  Muérdete la lengua y no escribas frases como “pone excesivos deberes”, “no me gusta cómo trabaja con los niños”, “les pone pocas tareas para vacaciones con el tiempo que tienen”, etc… Es mejor decírselo al propio profesor. Y os recomendamos que ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo no dejes pasar la ocasión y muestra tu desagrado ante la actitud.
  4. No difundas rumores. Evita comentar los rumores que se compartan en el grupo e intenta erradicarlos. No difundas rumores sobre el profesor creando confusión y malos entendidos. Abandona frases como “a mí me han dicho…”, “me han contado que…”, “he oído que…”.
  5. Si tus intentos de eliminar estas actitudes del grupo son fallidos, siempre tienes la opción de abandonar el grupo y dejar de formar parte del mismo. Aunque algunos no lo entenderán a veces es la mejor opción.
  6. No compartas en el grupo contenidos que atenten contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (padres, profesores, etc.)
  7. Problemas con el profesorado. Si tienes algún problema que resolver con el profesor, no lo hagas a través del grupo. Olvídate de frases del tipo “a mi hijo no le hace caso”, “a mi hijo no le atiende”... ve directamente al centro a hablar con él cara a cara. De esta forma le darás la opción de poder ofrecerte sus argumentos sobre lo sucedido.

Estos grupos son una oportunidad, no la desaprovechemos, para promover un acercamiento entre la 
familia y el colegio. La finalidad no es otra que establecer una sólida alianza educativa por el bien de nuestros hijos y alumnos.

Por tanto, hagamos un buen uso de esta herramienta y convirtamos estos grupos en una oportunidad para promover un acercamiento entre familia y escuela con el fin de conseguir establecer una auténtica alianza educativa por el bien de nuestros hijos y alumnos.


MAS INFORMACIÓN EN  www.elblogdeoscargonzalez.es

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